Luchar contra las temperaturas del invierno nunca te habrá sido más fácil. Las estufas de queroseno, también llamadas de parafina, funcionan con el combustible que les da nombre y tienen un funcionamiento similar a las de butano o propano.
Este tipo de calefacción está pensada y diseñada para ser portátiles, y con ello, no depender de electricidad para su correcto funcionamiento. Las mechas que permiten su funcionamiento se gastan lentamente, lo que permite aumentar su durabilidad.
¿Cómo funcionan las estufas de queroseno?
El queroseno se vierte en un tanque de combustible y una vez que es absorbido combustiona y se vaporiza para crear así llamas y quemarse.
Un control mecánico aumenta o disminuye la cantidad de aire que entra en el calentador y la cantidad de peso que se expone. Este calentador posee una mecha circular que está hecha de fibra o algodón que permite su funcionamiento.
Beneficios de las estufas de queroseno.
El principal de sus beneficios es su capacidad para ser programadas, si lo que necesitas es tener la casa a una temperatura agradable cuando vuelvas del trabajo, tendrás la posibilitar de establecer la hora con el temporizador que incorpora.
La comodidad es otra de sus características, están diseñadas para poder ser transportadas, con ello, si la necesitas en cualquier otra habitación podrás moverla sin problema y sin esfuerzos.
Además, su poder calorífico hace que caliente las zonas deseadas en un espacio corto de tiempo y que este calor dure más tiempo debido a su alto rendimiento de combustión.
Su rentabilidad es otra de sus ventajas. Es un sistema de calefacción económico, ya que sus componentes resultan mucho más baratos .
Consejos para la utilización de estufas de queroseno o parafina.
-Asegúrate del buen estado de la estufa y de su correcto funcionamiento.
-Revisa todas las salidas de gases para comprobar que no contiene carbón acumulado.
-Compruebe que el calentador contenga la opción de apagado de emergencia en caso de cualquier accidente inusual.
-Mantenga las salidas de aire limpias.
-No utilice la combustión sin una ventilación adecuada.
-Aleja los líquidos combustibles y mantenlos en lugares de almacenamiento bien ventilados y si es posible, fuera de casa.
-Nunca restablezca el calentador si contiene combustible mientras esté en funcionamiento o si todavía está caliente.